¿Sabías que el café expreso es una de las bebidas más consumidas en el mundo? Según la Organización Internacional del Café, se toman alrededor de 1.600 millones de tazas de café al día. Y no es para menos: el café expreso es una bebida aromática, sabrosa y energizante, que se puede disfrutar en cualquier momento del día.
Pero no hace falta ir a una cafetería para saborear un buen café expreso. Con algunos cuidados y consejos, puedes preparar tu propio café expreso en casa, usando una máquina doméstica o incluso una cafetera italiana. En este artículo, te enseñaremos cómo hacerlo, y cuáles son los secretos para obtener un café expreso perfecto. ¿Vamos?
El origen del café expreso
El café expreso surgió en Italia, a finales del siglo XIX, como una forma de acelerar el proceso de preparación del café. En aquella época, las cafeterías usaban máquinas de vapor que forzaban el agua caliente a pasar por el polvo de café, resultando en una bebida más concentrada y cremosa.
El nombre “expreso” viene del italiano “espresso”, que significa “hecho al momento” o “bajo presión”. El café expreso se popularizó en Europa y en el mundo, y hoy es considerado un símbolo de la cultura y de la gastronomía italiana.
Los ingredientes del café expreso
Para preparar un buen café expreso en casa, vas a necesitar dos ingredientes básicos: agua y café. Pero no vale cualquier agua o cualquier café. Tienes que elegir con cuidado la calidad y la cantidad de estos elementos, para garantizar el mejor resultado posible.
El agua
El agua es responsable de extraer los aromas y los sabores del café, y por eso debe ser pura, limpia y sin cloro. Puedes usar agua filtrada o mineral, pero evita usar agua destilada o muy dura, pues pueden alterar el sabor del café.
La temperatura del agua también es importante. Debe estar entre 88°C y 94°C, para extraer el máximo de sabor del café sin quemarlo. Si el agua está muy fría, el café quedará aguado y sin aroma. Si está muy caliente, el café quedará amargo y ácido.
La cantidad de agua también influye en el resultado final. Un café expreso estándar tiene entre 25 ml y 30 ml de agua. Si quieres un café más fuerte, puedes reducir esta cantidad a 15 ml o 20 ml. Si quieres un café más débil, puedes aumentarla a 40 ml o 50 ml.
El café
El café es el alma del expreso, y por eso debe ser de buena calidad y adecuado para este tipo de preparación. Puedes elegir entre diferentes tipos de granos, tostados y molidos, pero lo ideal es que el café sea fresco, aromático y sin defectos.
El tipo de grano depende de tu gusto personal. Puedes optar por un café 100% arábica, que tiene más acidez y aroma, o por un blend que mezcla arábica con robusta, que tiene más cafeína y cuerpo. Lo importante es que el grano sea seleccionado y bien conservado.
El tostado del grano también interfiere en el sabor del café. Un tostado más claro preserva más los aromas y la acidez del grano, mientras que un tostado más oscuro realza más el cuerpo y el amargor del grano. Lo ideal es que el tostado sea medio o medio-oscuro, para equilibrar estas características.
La molienda del grano es uno de los factores más importantes para el éxito de tu expreso. Debe ser fina, pero no demasiado fina, para permitir que el agua pase por el polvo de forma uniforme y rápida. Si la molienda es muy gruesa, el café quedará aguado y sin sabor. Si es muy fina, el café quedará amargo y obstruirá la máquina.
La cantidad de café también hace diferencia. Un café expreso estándar usa entre 7 g y 9 g de café molido, que deben ser distribuidos y compactados en el filtro de la máquina o de la cafetera. Si usas más café, tu expreso quedará más fuerte y corpulento. Si usas menos, quedará más débil y aguado.
Los equipos del café expreso
Para preparar tu café expreso en casa, vas a necesitar un equipo que sea capaz de generar presión suficiente para extraer el sabor del café. Existen dos tipos principales de equipos que puedes usar: las máquinas domésticas y las cafeteras italianas.
Las máquinas domésticas
Las máquinas domésticas son las más indicadas para quien quiere tener un café expreso de calidad en casa. Están equipadas con un depósito de agua, un filtro, un portafiltro, una bomba y una válvula. Funcionan de la siguiente forma:
- Pones el agua en el depósito y enciendes la máquina.
- Pones el café molido en el filtro y lo encajas en el portafiltro.
- Acoplas el portafiltro en la máquina y presionas el botón de extracción.
- La bomba empuja el agua caliente por el filtro, donde entra en contacto con el café.
- La válvula regula la presión del agua, que debe ser entre 9 y 10 bars.
- El café expreso sale por el pico de la máquina, en una taza precalentada.
Existen varios modelos y marcas de máquinas domésticas, con diferentes precios y funcionalidades. Algunas máquinas tienen un vaporizador, que permite hacer espuma de leche para preparar capuchinos y lattes. Otras tienen un molinillo integrado, que permite moler el café al momento. Algunas usan cápsulas o sobres de café, que facilitan el preparo y la limpieza.
Las cafeteras italianas
Las cafeteras italianas son una opción más simple y barata para hacer café expreso en casa. Están compuestas por tres partes: una base, donde se pone el agua; un filtro, donde se pone el café; y una cámara superior, donde sale el café. Funcionan de la siguiente forma:
- Llenas la base con agua hasta el nivel de la válvula de seguridad.
- Pones el café molido en el filtro y lo encajas en la base.
- Enroscas la cámara superior en la base y llevas la cafetera al fuego bajo.
- El calor hace que el agua se evapore y suba por el filtro, donde entra en contacto con el café.
- El vapor se condensa en la cámara superior, formando el café expreso.
Las cafeteras italianas pueden ser hechas de aluminio o de acero inoxidable, y pueden tener diferentes tamaños y capacidades. Son fáciles de usar y de limpiar, pero requieren algunos cuidados, como no dejar que el agua hierva demasiado, no usar fuego alto y no lavar con detergente.
Las dudas comunes sobre el café expreso
Muchas personas tienen dudas sobre cómo preparar y apreciar un buen café expreso en casa. Aquí están algunas de las preguntas más frecuentes, y sus respectivas respuestas:
¿Cuál es la mejor forma de conservar el café?
El café es un producto perecedero, que pierde calidad con el tiempo. Por eso, es importante conservarlo adecuadamente, para preservar su aroma y sabor. La mejor forma de conservar el café es mantenerlo en un recipiente cerrado, opaco y seco, lejos de la luz, del calor y de la humedad. Puedes guardar el café en la nevera o en el congelador, pero evita cambios bruscos de temperatura. Lo ideal es comprar el café en pequeñas cantidades, y consumirlo en hasta 30 días.
¿Cuál es la mejor forma de limpiar la máquina o la cafetera?
La limpieza de la máquina o de la cafetera es esencial para garantizar la calidad de tu expreso. Debes limpiar el equipo después de cada uso, removiendo los residuos de café y de agua. Puedes usar